Todas las personas tienen un bagaje lleno de las vivencias de su familia de origen y de las otras experiencias anteriores que se ha de poner en contraste con el de su pareja, con la que constituye una nueva familia. A través de esa combinación, el proyecto familiar resultante tendrá un grado de apertura, cohesión y flexibilidad que va a influir en la capacidad de sus miembros para hacer frente a sus retos personales y sociales.
En la Unidad de Psicoterapia Familiar tenemos en cuenta las energías y posibilidades de ayuda que la propia familia tiene para resolver un problema de relación entre sus miembros o ante la aparición de síntomas psicopatológicos en alguno de ellos. Poner el foco en la familia como sistema revela una riqueza que no es posible si se observa solamente al individuo.
Por este motivo, además del tradicional análisis lineal del tipo causa-efecto, se hace necesario observar el efecto retroactivo que las relaciones, juicios, expectativas, identificaciones, etc. tienen en la generación, mantenimiento o resolución de los conflictos y problemas de salud.
El modelo sistémico-relacional es un modelo integrador de diversas metodologías y enfoques que utiliza una amplia gama de técnicas y dinámicas psicoeducativas, cognitivas y emocionales tales como: la Psicoterapia Psicodinámica, Logoterapia, Psicoterapia Cognitivo-Conductual, Terapia Racional Emotivo Conductual, Terapia Reconstructiva de la Personalidad, Psicoterapia Psicoeducativa y Terapia del Trauma y Duelo, entre otras.
Nuestro trabajo profundiza en la historia familiar, en las causas del sufrimiento y en las consecuencias que éste ha tenido en cada uno de los miembros de la familia. A través de las sesiones de terapia se propician nuevas comprensiones de los problemas y se generan alternativas de solución más funcionales.
Todas las personas pertenecemos a algún grupo o sistema, lo cual hace que la visión sistémica-relacional sea útil para la resolución de conflictos sociales, laborales, de pareja, familiares o individuales.